Hoy os traemos un poco más sobre la entrevista que hicimos al vendedor de un candil de diseño. Aunque el día no estuviera a nuestro favor, el diluvio quedó en segundo lugar al sumergirnos en la percepción tan mágica que tenía Aitor, así lo llamaremos, sobre el diseño.
Nos dice que el candil es una historia que pertenece a una etapa de su vida en la que realmente buscaba aspectos sensoriales para compartir con quien quería. Es un vendedor profesional en Wallapop ya que ha vendido más de 600 objetos y lo hace porque “Te vas encontrando con gente que ves que está en la etapa en la que tú estabas en ese momento. Es bonito, me gusta.” Piensa que un objeto corresponde más a una etapa de la vida que a toda una vida, y el deshacer de algo permite dejar espacio para lo nuevo.
Ya entrando en su perspectiva sobre el diseño, Aitor asocia el diseño a las cosas diferentes y al arte: “Diseño es arte. Es pasión, el deseo de hacer algo diferente, de hacerlo único en contraposición con lo convencional, se sale de lo que habitualmente conocemos.” Para él, el diseño tiene también una relación directa con la satisfacción, la belleza y el placer, por eso lo define como “el arte de la búsqueda de lo bonito para los sentidos”. Él destaca, por encima de todo, la dimensión estética de los objetos.
Y eso nos lleva a preguntarnos, ¿el diseño es arte? ¿es solo estética? ¿Qué es lo que diferencia al diseño del arte?
Aitor también nos cuenta que no hay nada mal diseñado, que todo es relativo. Pero sí destaca que se puede “intentar cada día hacer las cosas bien. Es como lo de John, Imagine. Como al final dando una nota de esperanza, yo creo que es posible.” En línea de esto, añade que le encantaría que Bilbao se ocupe de “llevar el arte a los distintos barrios”. Nos despedimos del encuentro mojadas por la lluvia pero felices, imaginándonos cómo de bonito sería vivir en una ciudad donde el arte estuviera en todas las esquinas.
Muchas gracias Aitor por compartir con nosotras tu visión sobre el diseño.